¿Sanidad Pública…?

Paloma A. González Loché

Muchas cosas llaman la atención. Cierto, esa sanidad pública y universal en su día, guste o no, la implantó Franco —al que no admiro pero hay que ser objetivo—, y lo traigo a colación  ya que algunos ministros atribuyeron el mérito de su implantación a Felipe González (PSOE) así como la creación de La Paz e incluso dijeron que el dinero público es de nadie; esto último supongo que explica los numerosos despilfarros sin el menor rubor… y la falta de escrúpulos al aumentar las deudas del Estado para sucesivas generaciones. Es verdad que en un régimen totalitario, se podían hacer las cosas de gran alcance porque no existía oposición, lo que da una apariencia de “todo perfecto”, pero me gusta ser objetiva.

 

En Madrid se hizo una gestión pública y privada de los hospitales. Hagamos historia: ¿es bueno? Hace alguna década se fueron abriendo pequeños hospitales en distintas poblaciones en las que las personas, para acudir a un médico especialista, tendrían severas dificultades. Pongo algún ejemplo como: Torrelodones, Santa Eugenia, etcétera. A su vez, esto supuso descongestionar hospitales centrales como La Paz, Gregorio Marañón, por no hablar del Hospital de San Lorenzo de El Escorial en la sierra de Madrid, ya muy congestionados. En principio, esto no era malo ya que los pacientes eran atendidos sin costo.

 

Pinto es un pueblo de Madrid. Con anterioridad al Covid existía (a falta de hospital) un servicio de urgencias permanente atendido por dos médicos, así como dos centros de salud correctamente cubiertos. ¡Paradójicamente! hoy día no existe ni lo uno ni lo otro… ¡Por no hablar de citas para especialistas! Más o menos esto pasa en general en todo el país. Y se convoca una concentración para exigir estos servicios… Recordemos que se hablaba exclusivamente de Pinto.

 

Pero… ¡entró la política fastidiando el objetivo buscado!  Un mitin electoral contra la presidencia de la Comunidad e incluso elevar el tono más allá haciendo uso de diversos eslóganes. Se podría haber presionado mucho más con la debilidad concreta de las carencias. El sentido de la oportunidad es importante y los mítines deben reservarse para elecciones. Esto produjo que se redujera el número de asistentes a la concentración, en principio defendida por todas las ideologías… ¡Una pena!

 

Pero además ¡hay algo que resulta una tomadura de pelo a la ciudadanía procedente de la clase política! La deslealtad ya es para tomar nota… Los “seguros privados de los políticos y el pago de una sociedad médica privada a funcionarios que son unos cuantos miles”. ¡Como lo leen!

 

Algunos recordarán que, durante el Covid, una ministra en concreto, Carmen Calvo, recibió tratamiento en una suite nada menos que del “Ruber Internacional” —una de las clínicas privadas más suntuosas y elitistas de Madrid— de acuerdo con los Convenios con Muface

 

Como inciso he de añadir que otros muchos artistas conocidos como “los de la ceja” también hacen uso del Ruber Internacional, pese a que en público defienden la “sanidad pública” ¡pero para los demás! Y ejemplos tenemos muchos, haciendo gala de una hipocresía digna de enmarcar. Sí, entre otros me refiero a Pedro Almodóvar, y Willy Toledo, este último, después de su viaje a Cuba renegando de este país, del que regresó a los pocos meses pese a su condición privilegiada, y tuvimos ocasión de verle salir del mismo centro sanitario… así como muchos otros actores y cantantes.  ¿Concierto con clínica privada? Cualquiera puede hallar las fotos en un buscador.

 

¿Qué es Muface? Es una “sociedad privada” para los funcionarios públicos. A enero de 2024 la cifra alcanzaba las 2.968.522 personas (cifra que debe aumentar al incluir a sus familias, no contabilizadas) y sin mencionar las sucesivas incorporaciones “a dedo” o por oposición, existentes.

 

Nuestra actual Ministra de Sanidad, Mónica García, y por ello miembro del Gobierno, dio vía libre a que todos los españoles para quienes instan la lucha por la sanidad pública, aceptemos que exista la opción de sanidad privada para todos los funcionarios, por no hablar de políticos.

 

En otros países, procede la dimisión y aún más cuando se ha mostrado una posición de enfrentamiento político constante con Madrid… Madrid es la obsesión del gobierno y parece ser ya generalizado, pero ni los madrileños ni los habitantes de Madrid tenemos la culpa y se pretende asfixiarnos.

 

En cuanto a la falta de existencia de médicos: existen numerosos títulos pendientes de convalidación que podrían suplir la actual carencia y tienen que desarrollar funciones inadecuadas para su preparación o acogerse a subvenciones… No son profesionales con títulos “de tercera” sino muy al contrario. Proceden de Rusia, Cuba, Nicaragua, Polonia, Rumanía, Ucrania y están altamente cualificados… sin embargo viven en nuestro país. Creo que esto resolvería muchos de los problemas existentes si se quisieran resolver ¿o es otro modo de presionar a comunidades incómodas?

 

La política y la sanidad no pueden ni deben ir de la mano. Espero que nosotros, la ciudadanía, lo tengamos claro y actuemos en consecuencia.

 

La corrupción tiene mucho que ver con los despilfarros y negligencias que estamos viendo incapaces de reaccionar y creo que ya, unos y otros, debemos hacer frente al problema ¡o eso espero!

 

La ciudadanía es la soberana, ¡recordémoslo de una vez! Y deberíamos erradicar “el voto cautivo”; muy peligroso porque no acepta críticas ni reflexiones. Cada político está a “nuestro servicio” tanto si somos sus votantes como si no; es así y tendremos que empezar a “marcar posiciones”.

 

Rescatar la sanidad, cuidar a la vecindad, supone un cambio radical en el esfuerzo político. ¿Pública o privada? ¡Y aquí está la madre del cordero…! Para nosotros, la ciudadanía, ha de estar clara una situación: jamás permitamos que nos politicen la situación porque perdemos fuerza en nuestros intereses. No se trata de aupar a una fuerza política contra la otra sino ¡¡¡auparnos nosotros mismos!!! Es decir: aprender a ser demócratas y ejercer la democracia. Todos a una porque es algo que nos concierne.

12 Comentarios
  • Maria del Mar
    Publicado a las 15:06h, 03 febrero Responder

    Vengo de familia de padre, hermano y hasta bisabuelo médicos. Yo soy farmacéutica y creo que la sanidad pública , que era una de las mejores, cada vez va a peor . Espero que haya más médicos pues son muy necesarios
    Pero médicos de vocación y no funcionarios.
    Como siempre….me ha gustado mucho tu artículo. Aparte de sanitarios necesitamos gente que describa la realidad honestamente.

    • @dmin
      Publicado a las 15:46h, 03 febrero Responder

      Mil gracias por tu valoración Mar.
      Realmente hago una llamada de alerta y sobre todo a evitar la politización de medidas. Espero que se comprenda. No se puede utilizar la Sanidad para dar mítines sino para buscar soluciones.
      Un beso fuerte.

  • José Albino López Cuesta
    Publicado a las 15:59h, 03 febrero Responder

    La realidad es que en los últimos años, justo cuando los «superdefensores» de lo público acaparan los resortes del poder, es cuando todo lo público y especialmente la sanidad se está yendo al garete.
    Desconozco cómo están las cosas en otras comunidades, pero en el País Vasco la sanidad no es ni la sombra de lo que fue. Era una sanidad pública con una atención excelente y eficiente, ahora comprobamos que va de mal en peor. La gente está tan atónita como resignada… como si no diera crédito a tamaña decadencia.

    En fin… que quien puede, se paga un seguro privado, aunque es el remate de la trampa para terminar con una sanidad de buena calidad.

    Y es que el meollo de la cuestión, no sería una sanidad pública o privada… se trataría de una SANIDAD DE CALIDAD Y GRATUITA.
    Gran artículo, como siempre.
    Gracias, Paloma.

    • @dmin
      Publicado a las 16:39h, 03 febrero Responder

      Gracias por tu respuesta.
      Evidentemente, José, hay mucho de hipocresía en la defensa de lo público cuando alcanzan el poder porque rara vez los ves pisar «lo público». Nosotros somos los que tenemos que luchar por nuestros derechos sin dejar que nos manipulen unos u otros.
      En Madrid, entonces, estamos igual que en el País Vasco pero aquí pasa exactamente lo mismo. Ni siquiera convalidan titulaciones de personal sanitario muy competente y el dinero a espuertas va a políticos ¡no a médicos! y así pasa lo que pasa. Como bien dices: se trata de una sanidad de CALIDAD y GRATUITA…
      Gracias a ti de nuevo. Muxus.

  • Nany
    Publicado a las 16:25h, 03 febrero Responder

    Has dado en el clavo tocando el tema de la Sanidad. Cada vez funciona peor, no por parte del personal sanitario, que la verdad hacen lo que pueden y con amabilidad. Es el gobierno con la Ministra de Sanidad al mando que es incompetente, encima ahora quiere quitar el medicamento específico para los niños con cáncer. Creo que todo es parte de un plan macabro. Espero que tú artículo llegue a mucha gente para ver si nos activamos.

    • @dmin
      Publicado a las 16:45h, 03 febrero Responder

      Ojalá sea así Nany.
      El problema es que los grandes fondos se reparten entre no se sabe muy bien, y las trampas autonómicas se señalan con el dedo. Parece que la sanidad no funciona en ninguna parte, pero ya que se retiren medicamentos específicos a enfermos y mucho más a la infancia ¡no tiene nombre! Hemos pagado muchísimo dinero para tener todos los servicios.
      Lo que me preocupa, lo que más me preocupa, es la ceguera del voto cautivo y la ausencia de autocrítica y esos son los dos primeros pasos para poder cambiar las cosas. Ojalá sea así. Somos nosotros, la ciudadanía, los que podemos exigir el cambio.
      Un beso fuerte Nani.

  • Maite
    Publicado a las 17:50h, 03 febrero Responder

    Muy de acuerdo.
    Sin embargo mis pensamientos sobre la sanidad, en general, no son «correctos».

    • @dmin
      Publicado a las 17:55h, 03 febrero Responder

      Gracias por tu participación Maite:
      Por supuesto, cada persona tiene su criterio. El problema es que no debemos dejar que nos manipulen en ningún caso.
      Muxus.

  • Tania
    Publicado a las 20:45h, 03 febrero Responder

    Como siempre, un gran artículo donde la reflexión del ¿qué podemos hacer? siempre esta en mi mente. Quieren cambiar la civilización nuevamente. El problema será muy grave. No hay progreso pero sí decadencia; aumenta la corrupción, será difícil frenarlo si no salimos cada día como hacían antes nuestras antiguas generaciones. ¡Un abrazo fuerte!

    • @dmin
      Publicado a las 08:22h, 04 febrero Responder

      Muchísimas gracias por tu intervención, Tania.
      Creo que sé a qué te refieres cuando dices lo de que «quieren cambiar la civilización». Ciertos grupos de poder, han «decidido» el cómo va a ser y desgraciadamente, tienen gran peso; si a esto le sumamos la corrupción generalizada… más vale que vosotros, los más jóvenes, os organicéis y pongáis un «¡hasta aquí!».
      Un beso enorme.

  • San
    Publicado a las 10:23h, 04 febrero Responder

    Sin embargo, yo pienso que la sanidad privada es necesaria. Porque tal y como está diseñada actualmente, si todos los funcionarios dejaran de pertenecer a Muface o a Isfas y pasaran al sistema público, colapsaría más si cabe. Y los funcionarios no obtienen la sanidad privada gratis. Se detrae una parte de la nómina para pagarla, si bien no todo lo que costaría al precio de mercado. Lo que hay que buscar es mejorar las condiciones de los médicos y personal sanitario para que no haya una fuga de cerebros como hay hoy en día y se pueda mantener la calidad y la cantidad del servicio. Si no se gastaran el dinero en gilipolleces como hacen actualmente, claro…

    • @dmin
      Publicado a las 13:47h, 29 julio Responder

      Y no te falta razón, Sandra.
      El problema es que pretender la sanidad privada gratuita exigirá un mayor esfuerzo económico y de reconocimiento de titulaciones que en principio no están dispuestos a sufragar. Y no sólo referido a médicos. Las Comunidades se tienen que manejar con los profesionales que tiene y no son demasiados. Si a esto se le añade la competencia de las sociedades privadas, va a ser muy difícil que exista tal cobertura, porque las titulaciones no tocan en la tómbola y la diferencia de sueldos es grande. Si a esto añadimos la no convalidación de titulaciones de personas ya residentes que no pueden ejercer… estamos ante la pescadilla que se mueve la cola entre Ministerio y Autonomías.
      Un beso fuerte.

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